- How do you hear about us? Decía el libro de visitas. Preguntando, pensé. Asking, respondí. Un "Ok" con tono conocido soltó la chica detrás del notebook. Era chilena. La única. Los demás eran extranjeros.
- Me dijeron unas ñiñas como dos cuadras abajo.
- Ah Ok - volvió a decir. ¿Necesitas una pieza?.
- Eh sip. ¿Cuánto cuesta la noche?.5000 mil pesos. Mmm ok - respondí y se cerró el trato.
No me podía regodear mucho. Ni por la hora, ni por la ubicación. El puerto estaba a ciento veinte kilómetros de mi casa oficial. Valparaíso es siempre lejos para un citadino sobre todo cuando se viene casi por el rato.
1 bedroom, 3 camarotes, 2 pinches gringos, un ojos rajados, un chilenito pensando en que le iban a robar las cosas, y Olé, dos chavalas de puchamadre. Habitación compartida.
Dejo la mochila, me cambio ropa. Nadie me mira. No existo. Soy un árbol más en el cuadro. Saco mi billetera mirando de reojo a mis partners. Sigo sin existir. Cuento el monto y lo vuelvo a guardar silenciosamente. Paranoia. Es solo cosa de chilenos, dijo la bella recepcionista al llegar. Ellos no se preocupan del resto. De nada en realidad. La ropa y el equipaje desparramado en el suelo confirmaron mi teoría al entrar por primera vez a la room. En fin. Open mind pensé.
Salí, me despedí de mi compatriota y emprendí camino a juntarme con una chica que recién vengo conociendo y su grupo de amigos. Con un futuro incierto... para mí, y mi mochila que quedaba sola en una pieza del un hostel en Valparaíso.
Comentarios
Presente la mina po!